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¿Las marcas deben contratar influencers?

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Es innegable el auge que han tenido los influenciadores a través de plataformas como Facebook, YouTube e Instagram, las cuales han dejado de ser un espacio de puro entretenimiento y se convirtieron en el ecosistema ideal para las empresas que desean promocionar sus líneas de negocio. 

Aunque pareciera que los influencers surgieron hace poco, su origen se remonta a principios del siglo XX, cuando las celebridades de la época eran embajadoras de marcas y productos. 

Esta figura ha evolucionado a lo largo de la historia y con la llegada de la tecnología las estrategias de marketing pasaron de las vallas publicitarias a la televisión y posteriormente a las redes sociales. 

La nueva era de los influencers surgió aproximadamente entre 2004 y 2006, estas dos años se relacionan con la aparición de Facebook y Twitter en el panorama de las redes sociales, espacios en los que algunos usuarios, generaron comunidades numerosas.

Estos usuarios son lo que conocemos como influencers, es decir, personas con credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en una apuesta interesante para una marca.

Estas figuras son atractivas porque las empresas logran aumentar sus ventas y conquistar nuevos clientes, así lo evidencia un estudio realizado por la firma Kroll. 

En la investigación se indica que la inversión en influencers oscila entre los 13.153 y 29.972 dólares anuales, representando un retorno 17 veces mayor a lo depositado inicialmente.

Para Pablo Iragorri, director ejecutivo en Inteligencia de Negocios e Investigaciones de la firma Kroll Colombia, “tener un influenciador involucrado en las estrategias de marketing y de reconocimiento social de una marca podría ser un arma de doble filo. Por esta razón, es esencial determinar pautas con enfoque preventivo que prioricen la estabilidad reputacional de la empresa por encima de lo que puede ‘estar de moda’ en el mercado”. 

¿Qué hacer para mitigar el riesgo de contagio reputacional por la contratación de un influenciador?     
Para evitar imprevistos, Kroll recomienda que las organizaciones de cualquier tamaño investiguen a fondo al influenciador que contratarán para potencializar su marca, esto permitirá maximizar las posibilidades de éxito y mitigar, de forma paralela, la probabilidad de ser víctima de daños reputacionales.

“Es primordial que las empresas adopten un enfoque preventivo de gestión de riesgo a la hora de contratar a las figuras públicas, buscando potenciar el éxito y disminuir el riesgo. Para ello, es importante realizar una investigación previa del influencer a contratar”, puntualiza Iragorri.

Sin lugar a dudas, contratar a un influencer puede ser de gran ayuda a la hora de posicionar una marca, pero debe ser una decisión que se tome de manera profesional y oportuna.