Reactivo de la UNAL para detectar COVID-19 ya es adquirido por 5 laboratorios

La solución química, o reactivo RNA Keeper, que disminuye el tiempo de detección del virus SARS-CoV2, los costos de la prueba y el riesgo de contagio del personal de la salud, ya se está comercializando en el país, luego de recibir el registro Invima.

Esta apuesta tecnológica fue desarrollada por el Laboratorio de Genética y Microbiología (Microgen), una empresa que nace del trabajo de docentes, estudiantes e investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y del Grupo de Investigación en Hormonas.

“Aunque la aprobación de la parte normativa no fue tan rápida como se esperaba, el registro Invima garantiza los más altos estándares de calidad de los resultados”, comenta el microbiólogo Fabio Aristizábal, profesor de Farmacia de la UNAL, uno de los investigadores que formó parte de este desarrollo.

La solución ya se comercializa gracias al convenio con las empresas Pharma Invention, Viteco y Blisteco, las cuales ya lo distribuyen a 5 laboratorios del país, entre ellos la EPS Sanar, de Puerto Gaitán (Meta), y Salud Paz, en Bogotá.

Este reactivo está diseñado para lisar (producir o causar lisis), extraer y conservar el RNA de muestras obtenidas a partir de lavados bronquiales, hisopados, o células, para su análisis en ensayos de RT (tiempo real), RT-PCR, RT-qPCR o LAMP.

RNA Keeper está compuesto por dos soluciones: la primera es de lisis y su objetivo es romper las paredes celulares para extraer el material genético; la segunda, de preservación, para estabilizar el ácido ribonucleico (RNA) extraído en el paso anterior.

En el proceso se mezclan las soluciones de formas iguales en el mismo tubo, con una parte ínfima de la muestra, se calientan de 3 a 5 minutos a 90 °C y se enfrían unos pocos minutos para llevarlos a conservar en frío. Por último, se sigue el procedimiento tradicional que corresponda a la prueba a realizar.

Ambas actúan directamente sobre las muestras tomadas para pruebas de pacientes con posibles contagios de COVID-19, pues el proceso de extracción del RNA se hace en un único tubo, reduciendo los posibles errores de manipulación que pueden generar falsos positivos por contaminación, o falsos negativos por fallas en la extracción.

Además, mitiga uno de los mayores riesgos al procesar las pruebas: la posibilidad de contagio del personal de salud que debe manipularlas o transportarlas, ya que al momento de tomar la muestra y empaquetarla el virus sigue activo (puede contagiar) y se desactiva en el laboratorio. Este nuevo reactivo reduce los peligros relacionados con las pruebas, y el impacto ambiental de estas también disminuye por la reducción del uso de plásticos y de restos líquidos.

Primera prueba desarrollada en el país

Es importante resaltar que en medio de la pandemia, una de las mayores problemáticas ha sido la capacidad de procesar las muestras de los laboratorios, además de los tiempos de respuesta de los análisis, los costos de los reactivos y la escasez de estos, ya que no se producen en Colombia.

Este reactivo también es una buena alternativa para los territorios que no cuentan con el equipamiento necesario para realizar las pruebas, pues con este se omite el paso de la purificación de la muestra para eliminar agentes contaminantes, lo cual requiere reactivos costosos que, como se señaló, no se producen en Colombia.

Igualmente, forma parte de la apuesta a la innovación y desarrollo de la UNAL durante la pandemia, que permite responder a problemas locales desde el talento humano y el desarrollo técnico y científico del país.

Conoce más proyectos y contacta a los investigadores a través del sitio web de la División de Extensión sede Bogotá o mediante el correo deb_bog@unal.edu.co.

Fuente

• Contenido elaborado por IVV/MLA/LOF, el 23 de marzo de 2022 en la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia. Consulta los detalles en este enlace.
• Foto de portada: Virus Covid Ciencia, PIRO4D, Pixabay.com, Licencia gratis para usoo comercial.
   

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