Los nuevos abordajes del aprendizaje

Por Henry Osorio

Se aproxima a nuestros tiempos una era del pensamiento cognitivo extraordinario e ilimitado.  El aprendizaje por sí mismo no es posible a menos que las experiencias propias y colectivas hagan su aparición en la mente y cuerpo de los seres humanos. Para que este proceso sea posible, es fundamental considerar nuevas formas de navegación entre un sistema inteligente de información. En sumas, nuevas redes y sistemas de almacenamiento. ¿Pero qué tipo de navegación es la más adecuada para que ocurra el “Clic” en nuestras mentes? 

Pues bien, muchos investigadores creen que el secreto está en conectar el mundo desde nuestro propio cerebro, soportado y apoyado en sistemas cibernéticos, por ejemplo, la inteligencia artificial, aquella que en sus comienzos apenas alcanzaba un estatus de diversión y ocio en las novelas de ciencia ficción; como las propuestas por Isaac Asimov, Julio Verne, Arthur C. Clarke, y otros grandes autores.

Hoy esta ciencia se convierte en una realidad que invade todo nuestro entorno cotidiano. Las maquinas inteligentes conectan “todo” el conocimiento humano y su historia, conformando una gran comunidad epistemológica de alta complejidad, que permite mostrarnos las oportunidades ocultas en el proceso de crecimiento intelectual y de otros órdenes en la solución de problemas. 

En un rastreo del futuro, estas fantásticas herramientas irán mejorando y multiplicando las posibilidades del hombre.  Así, el mañana se visualiza como un horizonte un tanto alucinante y a su vez, esperanzador en el deseo de aprender, avanzar en los secretos y enigmas ocultos del universo y la solución de problemas.

¿Cuáles y como serán los escenarios, las actividades e interacciones más frecuentes para que el aprendizaje sea más efectivo, permeable, atractivo y cercano a la realidad, provocando los resultados deseados en el escalar y mejoramiento de la calidad de vida en todos los frentes de las décadas venideras?

Estos serán tres desafíos fundamentales que nos aproximan a pensar en nuevos desarrollos en ese futuro inmediato de la educación en la era de globalización avanzada:

Desafíos:
Alcanzar una educación óptima y erradicar el analfabetismo Los retos más difíciles estarán afincados en los países menos desarrollados donde el acceso a la educación, la inversión social y la desigualdad es compleja en cada una de las etapas de la formación en niños, jóvenes y adultos. Erradicar el analfabetismo donde 775 millones de adultos son analfabetos requiere de una revisión de las políticas de estado que permita ver con más claridad el futuro y un posible desarrollo cognitivo prometedor, inclusivo de calidad, que vincule la conciencia humana como un acto simultaneo. De la misma forma, ese acto se verá centrado en valores de solidaridad, respeto, gratitud, responsabilidad social y ambiental en el ciudadano global.

Cambios significativos y radicales en el proceso del aprendizaje:
La educación alrededor del año 2030 ya se encontrará estrechamente comprometida con las tecnologías de punta, en donde los cerebros de los estudiantes estarán conectados con la nube las 24 horas, posibilitando el respaldo de la información del recuerdo, emociones, conocimientos, y experiencias. Por consiguiente, se potencializará el aprendizaje individual y colectivo, beneficiando todo tipo de iniciativa educacional. La educación personalizada estará presente a través de tutorías individuales de manera virtual que, al estar apoyadas en la realidad aumentada, permitirán alcanzar un alto nivel de comprensión en cuanto se refiere a prácticas y experiencias sensoriales. Así mismo, se ayudarán y orientarán por una inteligencia artificial- cognitiva—, donde billones de gigabytes de información y datos por evaluar, interpretar y aplicar permitirán entender el contexto y sus múltiples determinantes en dimensiones de espacio tiempo determinadas.

Las “maquinas inteligentes¨ estarán muy pronto en capacidad de amplificar nuestros sensores naturales; escucharán y entenderán patrones, y hasta interpretarán muchas de nuestras necesidades, comportamientos y emociones. Acelerarán los procesos de análisis, generando modelaciones predictivas que anticipen dificultades, corrijan posibles desenlaces no deseados y conduzcan las iniciativas hacia sendas exitosas.

Aclarar el papel de las instituciones escolares en la construcción de conocimiento:
Las academias, hoy pertenecientes a una generación con un alto índice investigativo, tienen la responsabilidad de procesar y transferir información y conocimiento de manera estructurada y transdisciplinar, que, al ofrecer nuevas alternativas al mundo, reconfiguran su actuar. La investigación del futuro no puede quedar inmersa al interior de la academia, pues la transferencia de conocimiento debe llevarse hacia la industria avanzada, capitalizando sus descubrimientos y creando nuevas redes para la acción como objeto de valor.

Las universidades se convertirán en un universo participativo de construcción colectiva a través de sus investigadores, de sus aportes al conocimiento local y su influencia en la región. Esto siempre con una mirada estratégica global que facilite la participación de escuelas interconectadas presentes en una red flexible, estable y duradera, permitiendo a su vez compartir y extender el conocimiento a todos los rincones del mundo.

En este complejo contexto social y tecnológico todos los actores involucrados en materia educacional estarán en la obligación de asumir un rol histórico, que profundice en el nuevo aprendizaje con una alta reflexión y se eleve sin temores a construir y edificar seres humanos con una alta sensibilidad y conciencia sostenible ante los años por venir.

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